El queso es un alimento de gran valor nutritivo,
elaborado a partir de la leche cuajada de vaca, cabra, oveja u otro mamífero
rumiante. Contiene calorías, lípidos, potasio, sodio, proteínas y vitaminas que
pueden variar dependiendo el tipo de queso que elijamos. Incluso quienes no
podían darse el gusto de consumirlo, debido a intolerancia a la lactosa, ya no
tienen que sufrir absteniéndose de este delicioso alimento, puesto que ya existen
numerosas marcas de queso que no contienen lactosa.
El mayor productor de quesos es Estados Unidos, seguido
de Alemania y Francia, y en cuanto a consumo el primer lugar lo ocupa Grecia, seguido de Francia e Italia. Sin
embargo, algo que llama la atención, es que el queso prácticamente no se usa a
en la cocina asiática, ni como alimento diario, ni como ingrediente. La razón
ha sido atribuida inclusive a casusas genéticas, y a causas económicas y
sociales. Se dice que los chinos nunca aceptaron los productos lácteos por
considerar que la leche es una secreción repugnante. Cerca del 90 % de los
chinos y de los pueblos no ganaderos de Asia oriental carecen de lactasa suficiente para digerir leche sin fermentar en la edad adulta!!.
Pero además de esto, para este rechazo al queso, existe
también relación con las limitaciones y las oportunidades ecológicas, ya que
antes en China, para conseguir los animales de tracción que necesitaba,
dependía del comercio con los pastores del interior de Asia y por esa razón
los agricultores chinos no tenían vacas en sus pueblos. Si no hay vacas, no
puede haber leche ni cocina basada en ella... Lo más parecido al queso que
consumido en grandes cantidades en China es el tofu, una cuajada de la leche de
soja.
Los europeos, por el
contrario son amantes del queso desde tiempos antiguos, siendo una parte básica
de su dieta y está presente en muchos de sus platos. Cuestión cultural o
genética? Interesante…y curioso.
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